viernes, septiembre 23, 2005

La verdadera situación de la salud en Venezuela/The real health situation in Venezuela

President Chavez has pointed out that his government"... will revert the ominous process of decentralization of the health services". The successful process of decentralization, initiated during the 80's acquired a constitutional status in 1999, has been attacked by Chavez in various forms. In this case his decision goes against (his) new constitution, especially in its articles 4, 6, 16 & 84. Chavez is centralizing and concentrating rather democratizing power. The formal decentralized system of public health (hospitals, doctors, nurses, medicines, etc.) only has 2% from the 9% of national budget dedicated to health, the rest goes to “Barrio Adentro” a Cuban operated health system.
Document distributed at the IV Interparliament Conference on Health Sao Paulo sep. 2005

La verdadera situación de la salud en Venezuela
Documento distribuido durante la IV Conferencia Interparlamentaria de Salud.Sao Paulo 12 y 13 de septiembre de 2005

En materia de salud se acaba de producir en Venezuela una decisión presidencial que significa un peligroso retroceso en el desarrollo democrático y pone en riesgo el eficiente manejo de todo el sistema de servicios de salud.
Ha sido el propio Presidente Chávez quien públicamente ha declarado que el objetivo del gobierno “es la reversión del nefasto proceso de descentralización de la salud”. “Estamos trabajando en un proyecto para que la Ley de Salud establezca la reversión de convenios de descentralización".

Para entender la decisión se debe comenzar por destacar lo que dice la Constitución Nacional vigente:
Artículo 4º: La República Bolivariana de Venezuela es un Estado Federal descentralizado.
Artículo 6º: El gobierno de la República Bolivariana de Venezuela y de las entidades políticas que la componen es y será siempre democrático, participativo, electivo, descentralizado…”
Artículo 16: “La división político-territorial será regulada por ley orgánica que garantice la autonomía municipal y la descentralización político-administrativa”.
Artículo 84: “Para garantizar el derecho a la salud, el Estado creará, ejercerá la rectoría y gestionará un sistema público nacional de salud, de carácter intersectorial, descentralizado y participativo”
El mismo artículo agrega: “La comunidad organizada tiene del derecho y el deber de participar en la toma de decisiones sobre la planificación, ejecución y control de la política específica en las instituciones públicas de salud”
El proceso de descentralización de los servicios de salud se inició en la década de los años 80 y se venía cumpliendo y consolidando de manera eficiente en Venezuela. Ese proceso fue el resultado de largas luchas y presiones de abajo hacia arriba, como una manera de involucrar, como lo establece la constitución, a las comunidades y a los ciudadanos en una tarea donde es indispensable la responsabilidad compartida del Estado y la sociedad. Está demostrado que las localidades están mejor dotadas para determinar donde se deben asignar recursos para atender sus necesidades y prioridades.
Hasta ahora la descentralización en materia de salud ha funcionado eficientemente, especialmente en los centros de atención primaria y ha tenido efectos beneficiosos en la calidad de vida de los ciudadanos que habitan en esos municipios donde hay alcaldes que saben manejar los recursos públicos, que pagan a los proveedores y mantienen en funcionamiento eficaz los centros hospitalarios..
Resulta incongruente que, contrariando tanto el espíritu como la letra expresa de la Constitución, la propuesta del gobierno persiga establecer que el Sistema Público Nacional de Salud quede sometido a la rectoría del Ministerio cuya competencia será de carácter único, intersectorial y participativo e integrará todas las políticas en el área.
La centralización de la salud constituye, además de una incoherencia, una involución institucional en Venezuela cuando todas las experiencias conocidas en el mundo demuestran que los esquemas centralizados no resuelven de manera eficiente y más bien entorpecen la prestación de esos servicios.
Esa decisión autocrática se produce por impulso emocional y sin estudio científico previo alguno que la justifique, a raíz del lamentable hecho de que en un hospital de Caracas bajo la tutela del régimen se produjo, por negligencia operativa, la muerte de cuatro personas como resultado de la falta de oxígeno en ese centro hospitalario.
Evidentemente el principal objetivo que persigue esta centralización de los servicios de salud es dar más poder al presidente imposibilitando a las autoridades locales, alcaldes y gobernadores para ejercer sus funciones, generando más burocracia en manos en manos del poder central. De esa manera el Presidente podrá disponer libremente de los recursos en materia de salud tal como lo hace en otras áreas, y, lo mas grave, sin tomar en cuenta la participación d las comunidades como lo exige la constitución.
La desaparición de políticas de prevención y control de enfermedades tropicales que ya eran consideradas extintas ha traído como consecuencia la reaparición de dolencias como la tuberculosis, la malaria, el sarampión y la polio. De manera espasmódica se crean operativos para combatir el dengue, pero eso no es suficiente porque el combate de la mayor parte de estas enfermedades tiene que ver fundamentalmente con prevención y educación para la salud. Según la Federación Médica en el país tenemos más de seis mil casos de tuberculosis pulmonar. Estas cifras provienen de informes emanados del el propio Ministerio de Salud y constituyen muestra clara de la incapacidad del centralismo para ejecutar políticas de salud pública. De acuerdo con los datos manejados por la Federación Médica, de 9% del Producto Interno Bruto dedicado al tema de salud, sólo 2% es se destina al sistema formal de salud (incluyendo los míseros sueldos de los médicos) y más de 6% es manejado por el programa conocido como barrio adentro.
El Presidente Chávez ha desatado una ofensiva contra la descentralización. Se persigue dar un golpe certero al proceso de descentralización en la salud, tal como ya lo ha venido haciendo en diversas áreas de la vida política, social, económica y cultural del país. Es un franco retroceso pretender que todo el sistema de Salud, dependencias, recursos, financiamiento, dependan de un solo órgano rector, en Caracas. La ofensiva presidencial y la Ley que ha de imponerse en la Asamblea Nacional, significan un nuevo golpe al proceso de descentralización que lesiona a las comunidades y a las autoridades locales y es un nuevo paso para incrementar el control de todos los poderes de la administración pública por parte del Gobierno central. Es un desprecio por las capacidades de los demás para manejar sus propios problemas regionales y locales.
Esta situación afecta al proceso democrático mismo en tanto que la descentralización es esencial para la democracia. Así mismo, tal concentración de poder repercute en la eficiencia en la prestación del servicio y facilita la corrupción en tanto que se dificulta el control social y de los entes locales. Es un retraso en la madurez administrativa y en la modernización. Se pretende eliminar experiencias exitosas en diferentes localidades del país que incluso han sido reconocidas nacional e internacionalmente como modelos en el campo de la Salud y de la Educación.
Los Diputados del Grupo de la Oposición Democrática del Grupo Parlamentario Venezolano del Parlamento Latinoamericano hemos considerado necesario que los colegas parlamentarios de la región participantes en esta IV Conferencia Interparlamentaria de Salud convocada por el Parlamento Latinoamericano y la Organización Sanitaria Panamericana conozcan esta situación que está próxima a producirse en Venezuela.
Sao Paulo, 13 de septiembre de 2005

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